Tipo: Iglesia
Siglo: XIII-XV,XVIII
Estilo arquitectónico: Románico-Gótico-Renacentista
Población: Vielha
Municipios: Vielha e Mijaran
La iglesia fue construida con un estilo del románico tardío que anuncia las líneas del gótico. Estaba edificada junto al antiguo castillo medieval del que no queda ningún resto, por lo que su imponente torre campanario del siglo XVI que llama la atención del visitante, tiene un aspecto fortificado.
Fue ordenada construir en 1506 por Fernando el Católico. Desarrollaba funciones de campanario, pero por su situación dentro del recinto fortificado del castillo también fue diseñada como torre de defensa y torre del homenaje. Tiene planta cuadrada, que se convierte en octogonal al superar la altura del templo. En los dos últimos pisos se encuentran las ventanas. Originariamente fueron dos geminadas de medio punto a cada lado del piso más elevado y se modificaron en siglos posteriores para colocar nuevas campanas.
La portada (XIII-XIV) representa un fiel testimonio de la evolución artística del románico hacia las primeras formas góticas (encontramos el mismo referente en la portada de la iglesia de Sant Estèue de Betren). Se estructura a partir de cinco arcos en degradación donde se escenifican, a partir de elementos escultóricos antropomórficos, diferentes pasajes bíblicos.
Antes de entrar en el interior, hay que prestar atención al antiguo tímpano que decoraba la portada original románica y que actualmente permanece encastada en el muro de poniente adjunto a la puerta de entrada. Allí se aprecia la habitual representación de Cristo Crucificado románico, vestido con túnica hasta las rodillas y en posición frontal y plana. Una vez dentro del edificio, destaca la pila baptismal con una iconografía de motivos vegetales esculpida en relieve, muy común en las pilas aranesas del siglo XIII.
Al fondo de la nave sobresale el retablo que decora el ábside central, de ejecución gótica, atribuido al Maestro de Vielha. Pero, sin duda, la pieza más emblemática que guarda este templo, es una talla románica de Cristo que formaba parte de un conjunto escultórico más amplio, producto de la época madura del taller de Eril la Vall y que representa una de las muestras más paradigmáticas de la escultura románica del siglo XII.