Diferentes actividades culturales se han desarrollado a lo largo de todo el verano para dar a conocer a visitantes y lugareños el patrimonio arquitectónico, la danza y la música, la riqueza de los museos y las tradiciones y fiestas de la Val d’Aran.
Algunas fórmulas se han convertido ya en un clásico como el Romanic Musicau y las sesiones de danzas tradicionales aranesas que se suceden en los distintos pueblos. Otras son novedad de este año, como los talleres y actividades en los museios araneses, y las visitas teatralizadas en el ecomusèu Joanchiquet, una iniciativa notoriamente aplaudida por los visitantes que ha agotado las entradas en la mayoría de las sesiones.
Asimismo, julio y agosto concentran la mayoría de las Fiestas mayores y romerías en los diferentes pueblos del valle, efemérides esperadas por los habitantes del valle y un atractivo para los turistas, ya que permiten conocer más a fondo nuestro territorio y sus gentes. A ello se le suman las muchas ferias y mercados artesanos, como la ya tradicional “Hèt a man, het aciu”, que tiene como objetivo promover a los artesanos y los productos de la Val d’Aran.